CABEZAS DE RORSCHACH III (2009 – 2012)
PASMADO. Serie Cabezas de Rorschach III. 2011. Óleo sobre lienzo. 200 x 200 cm.
HARMFUL PAIN. Serie Cabezas de Rorschach III. 2010. Óleo y aluminio sobre lienzo. 250 x 250 cm.
BIG MOUTH. Serie Cabezas de Rorschach III. 2011. Óleo y aluminio sobre lienzo. 200 x 200 cm.
HYPNOTIC GLANCE. Serie Cabezas de Rorschach III. 2010. Óleo y aluminio sobre lienzo. 250 x 250 cm.
TWO FACES. Serie Cabezas de Rorschach III. 2010. Óleo y aluminio sobre lienzo. 250 x 250 cm. Colección privada. Madrid.
TRAGAOJOS. Serie Cabezas de Rorschach III. 2010. Óleo y aluminio sobre lienzo. 150 x 150 cm.
TRES PATADAS. Serie Cabezas de Rorschach III. 2011. Óleo sobre lienzo. 200 x 200 cm.
SELF-PORTRAIT. Serie Cabezas de Rorschach III. 2010. Óleo, aluminio y graffito sobre lienzo. 200 x 200 cm.
BOTHERING DOUBLE GLANCE. Serie Cabezas de Rorschach III. 2010. Óleo sobre lienzo. 200 x 380 cm.
About This Project
CABEZAS DE RORSCHACH III
La totalidad de las series de José Manuel Ciria desde 1990 remiten de forma directa a sus plataformas teóricas y de investigación conceptual sobre las posibilidades de la pintura: A.D.A. (Abstracción Deconstructiva Automática) y D.A.A. (Dinámica de Alfa Alineaciones).
La única serie que escapa de dichos campos de investigación es Cabezas de Rorschach III (2009-2012), y debemos buscar su detonante en motivos personales del artista. Por un lado el tumor cerebral que sufre su padre y el dolor de su pérdida, y en segundo lugar, un suceso que ocurre de forma simultánea, y que es el viaje que realiza Ciria a Isla de Pascua. El llanto y la desesperación, unido al enfrentamiento de los Moai, llevan al artista a pintar una cabeza de dos por dos metros de vuelta en su estudio de Nueva York. «Esa pintura me sobrecogió» ha comentado Ciria en alguna ocasión.
El artista decide realizar una serie que en un principio pensaba iba a ser íntima, y que no iba a mostrarse ni en galerías ni museos. La visita al taller de Stefan Stux, el galerista de Ciria en Nueva York, le hace cambiar de idea y le organiza una gran exposición en su galería, que después sería ampliada en el AMoA de Texas.
Los rostros que aparecen en la serie Cabezas de Rorschach III, remiten a sentimientos humanos: Miedo, ira, dolor, agresividad, extrañeza, rabia, soledad, locura, disconformidad… Son pinturas dirigidas a la conciencia, y que en muchos casos demandan ternura o comprensión. Retratos, sin más derivas conceptuales ni exploraciones formales que las que se generan del deseo de convertir a la pintura en un fascinante acontecimiento plástico. Donald Kuspit, afirmaba que las cabezas de Ciria son en realidad sus cuadros mejores y más abstractos, puesto que todo el recorrido de la abstracción está inmerso en los intersticios de cada choque o cosido de manchas.
Dentro de la serie Cabezas de Rorschach III existen diferentes familias o bloques de trabajo. Un primer grupo sería el que se mantiene más próximo a una configuración realista de los rostros. Un segundo apartado sería las cabezas de aspecto grotesco y lejano de cualquier vestigio realista. Y un tercer un bloque de invención libre que se mueve entre los dos grupos anteriores.