CABEZAS DE RORSCHACH II
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CABEZAS DE RORSCHACH II

CABEZAS DE RORSCHACH II

 

2005 – 2006

 

Nada más comenzar la serie Post-Supremática (2005-2006), Ciria se sorprende experimentando de nuevo con el ícono-cabeza como único elemento configurador de la composición, que amplía en aspectos significativos el trabajo iniciado en la  serie. Si bien las figuras mantienen la ley de la frontalidad impuesta por Malevich, en Cabezas de Rorschach II (2005-2006) como ya ocurriera en la serie Cabezas de Rorschach I, se intenta dotar a cada obra del conjunto, de un sentido dramático y unos sentimientos encerrados en las diferentes posturas de las cabezas, a la espera que el espectador pueda proyectar o volcar un significado subjetivo ante dichas composiciones.

 

En la serie Cabezas de Rorschach II, compuesta solamente por una decena de trabajos, se mantienen las texturas petrificadas cuyos rostros están surcados por una geometría en rojo, grises y blanco que anula los rasgos de la cara. Superficies de texturas rugosas sin ojos, boca o nariz.

 

Como dato relevante, podemos observar que una de las importantes diferencias que marcan la obra del artista a su llegada a Manhattan, es que Ciria comienza a pintar los fondos de colores planos, donde aunque existen elementos geométricos, ya no es posible ver el soporte-lienzo o lona, elemento éste que había sido una característica del pintor desde su salto a la abstracción en 1990. El artista está dispuesto a realizar un giro en su carrera, enfriando la expresividad gestual de sus series madrileñas, pintar la totalidad del soporte (la mayoría de las veces de colores neutros), y volver a la línea, a la estructura, al dibujo como contenedor de las manchas. La revisión e invención de figuras relacionadas con el Malevich posterior al Suprematismo y esta serie limitada de cabezas son un claro ejemplo de ello.